Quinto país del mundo en cuanto a ‘Internet Hosts’, 20.6022 millones, y primero en cuanto a usuarios con más de 500 millones. A su vez este número se espera que crezca hasta alcanzar los 800 millones de usuarios de Internet en China en 2015, indica The Guardian. Como se ve China y la Red están condenados en entenderse. Si bien es cierto que, su uso sigue sujeto a restricciones, es inevitable que la conexión tenga un impacto difícil de controlar por el Gobierno sobre la población.
La Red está penetrando en el país a una velocidad imparable, apoyando y retroalimentando la entrada paralela del capitalismo. Tanto es así que, según de Economist, se espera que para 2015 casi la mitad de los usuarios de Internet sean, también consumidores online. Explica este hecho por la relativa facilidad para penetrar mercados a través de la Red, que no encuentra resistencia que topa en otros mercados como, por ejemplo, el europeo, que está dominado por grades empresas. Así, jóvenes emprendedores, encuentran en Internet el aliado perfecto para crear, de la nada, auténticos imperios.

El potencial de Internet en China
El ‘Social Networking’ es otro campo en que China se está desarrollando a un ritmo sobrehumano. Sina Weibo, Tencent Weibo, con más de 300 millones de usuarios registrados cada una, son las que lideran el mercado. Facebook, para ponerlo en perspectiva, tiene unos 900 millones de usuarios en todo el mundo.
Estas empresas, de momento, no han emprendido su internacionalización y ofrecen contenidos únicamente en chino. Y, aunque se espera que comiencen su expansión por el sudeste asiático, es probable que, cuando den el paso de incorporar el inglés en su oferta, una vez consolidadas sus bases locales, su impacto internacional pueda ser de proporciones astronómicas.
Por otro lado, lo que más impacta a nivel internacional es la censura ejercida por el Gobierno chino sobre la Red. El paradigmático ejemplo de la ‘guerra fría’ que viene manteniéndose con Google desde hace ya un tiempo, buscador cuyas capacidades están siendo bloqueadas por el llamado ‘Great Firewall’, demuestra hasta qué punto el Estado quiere controlar los contenidos a los que puede acceder su población. Si bien es cierto que Google parece estar persiguiendo sus intereses, en este caso concreto, la posibilidad de penetrar en un mercado grandioso, el hecho de que coincidan con una causa tan sensible como la censura, le ha dado un altavoz que, quizá ha exagerado el impacto real de la censura gubernamental.
Sea como fuere, el hecho es que Internet ha llegado a China para quedarse, y su expansión está alcanzando cifras record y, por mucho que el Gobierno manipule la Red de acuerdo a sus fines, es imposible que, a la larga, pueda ponerle vallas al campo, pues las transferencias de archivos e información acaban por erosionar y arrasar con cualquier barrera, ya sea real o virtual.