Viajar a China: Consejos prácticos

Algo que continúa siendo tan válido entonces como ahora es el hecho de que China es un país que vale la pena conocer y visitar, si se tiene oportunidad. Es un país con gran variedad de climas y paisajes, con ciudades espectaculares, pueblos preciosos, comida deliciosa y gente muy interesante, además de ser aún lo suficientemente exótico para nosotros los occidentales como para que nos resulte un sitio curioso y fascinante.

Por otro lado, es un país un poquito -sólo un poquito- más complicado de visitar que otros más habituales para el turista occidental. Sus grandes distancias y el problema del idioma son quizá los principales obstáculos a superar, pero tampoco imposibilitan el viaje. Eso sí, ir a China un poco preparados sobre lo que nos vamos a encontrar es recomendable, por lo que os apunto a continuación algunos consejos previos a la excursión:

VISAS PARA A CHINA

China sigue pidiendo a la mayoría de los ciudadanos de otros países un visado para entrar a su territorio. El visado de turista en general es fácil de sacar en las embajadas, consulados o agencias de viajes de los países de origen. Un poco más complicado, creo, es sacarse un visado que inventó hace pocos años el Gobierno chino para los extranjeros que viajan con la intención de visitar a familiares residentes en China. Este visado es un poco más farragoso, porque requiere carta de invitación del extranjero residente en China, por lo que os recomiendo que, tengáis o no amigos o parientes en China, pidáis el visado puramente turístico, es más sencillo de hacer.

Desde hace un par de años muchas ciudades chinas permiten entrada sin visa a extranjeros de determinados países (España incluido) si están en su territorio menos de 72 horas (tres días). Esto suele ser aprovechado por viajeros que hacen escalas en Pekín o Shanghái, normalmente gente que viene de países cercanos (Corea del Sur, Japón…) pero os lo comento por si a alguno os tocara también hacer un alto en China de camino a otro sitio.

COSTOS PARA IR A CHINA

China ya no es la ganga que era entonces en muchos aspectos.

De todos modos, lo que más ha encarecido viajar a China no es la inflación, que no es muy alta, sino la progresiva revaluación del yuan respecto al dólar y al euro. En 2007 con un euro te daban más de 10 yuanes, y ahora te van a dar 7, es decir, que para alguien de Europa viajar a China le va a parecer como un 30 por ciento más caro que entonces, cuando el euro estaba fortísimo (en compensación, a los que vivimos en China y cobramos en yuanes cada vez nos parece más barato Europa, aunque bueno, todavía no nos parece una ganga).

Pese a todo ello, creo que China sigue siendo relativamente barata en gastos típicos que tiene el turista, como el alojamiento, la comida en restaurantes, los regalos o el transporte. No está tirado de precio, pero tampoco son precios abusivos. Salvo que uno coma sólo en restaurantes de estilo europeo, se aloje en hoteles de cuatro estrellas o compre en tiendas de antigüedades para guiris, ahí hasta le puede parecer todo más caro que en su país…

ALOJAMIENTO EN CHINA

El alojamiento en China ha mejorado mucho en los últimos años, no sólo en calidad sino en variedad. Antes sólo había dos opciones: u hotel elegante y caro, o hotelucho barato pero de mala muerte. En los últimos años han aflorado muchísimas cadenas de hoteles low cost que ofrecen un término medio entre una cosa y otra, habitaciones decentes y limpias sin grandes lujos. Cadenas como 7 Days Inn, Haiting y marcas similares. En general, China tiene una oferta hotelera enorme, es uno de los lugares del mundo donde, en mi humilde opinión, es más fácil encontrar alojamiento. De hecho, por vivir aquí he adquirido la manía de no reservar cuando viajo, lo cual en China no me suele ir mal, pero en algún otro país me ha llevado por la calle de la amargura.

Gracias a webs de búsqueda de hoteles como Kayak o TripAdvisor, podéis evitar mi error y mirar sitios por adelantado.

MOVERSE POR EL INTERIOR DE CHINA

Uno de los mayores cambios que ha experimentado el turismo por China lo ha producido el rápido desarrollo de los trenes de alta velocidad. La red de «Aves» chinos, que se sigue expandiendo y acabará llegando a todo el territorio, ya permite, por ejemplo, viajar de Pekín a Shanghái en cuatro o cinco horas. Como ocurre en España, son un poco caros, pero sus precios muchas veces son similares a los de los billetes de avión, y muchos chinos se han rendido a su comodidad. Su mayor pega, quizá, es que a veces las estaciones de alta velocidad están en las afueras de las ciudades, mientras que las de trenes convencionales suelen ser céntricas.

Siguen existiendo, por tanto, los trenes de toda la vida, que en China suelen viajar de noche. Yo hace años que no los uso, pero en mis primeros años fueron mi segundo hogar. Tienen tres tipos de vagones: de cama blanda, de cama dura, y de asiento. Si haces un viaje nocturno, intenta coger los de cama, porque en los de asiento acabarás bastante baldado.

Para los trenes lentos es a veces difícil comprar billete, porque siguen siendo los más demandados, ya que su precio puede ser hasta la mitad que el de los trenes bala. En vacaciones nacionales, como el Año Nuevo chino o el Día Nacional (1 de octubre), es prácticamente imposible montarse en ellos. Los trenes de alta velocidad, aunque también suelen ir llenos incluso en días entre semana, no suelen presentar problemas de disponibilidad de billetes, pues por ejemplo entre Pekín y Shanghái hay como uno cada hora. Lo peor que le puede pasar a uno es que quiera un billete para salir, por ejemplo, a las 11 de la mañana y acabe teniendo que salir en el del mediodía.

Se pueden comprar billetes de tren en muchos puntos de venta de las ciudades chinas, no hace falta ir a las estaciones. Hace años sólo se podían comprar billetes de ida, pero hace tiempo que se pueden adquirir de ida y vuelta, o incluso de vuelta solo. En esos tiempos antiguos, además, sólo era posible comprar billetes con cuatro días de antelación, pero ahora es posible mucho antes (creo que hasta 60 días, pero no estoy del todo seguro).

Sobre los aviones no me explayo tanto, porque su funcionamiento es similar al de cualquier otro país del mundo… En China hay compañías low cost, pero aún no están muy desarrolladas, y en general la gente vuela con convencionales, que suelen tener aviones bastante decentes. Algunas webs chinas de venta de billetes de avión son una pesadilla porque no permiten comprar con visa o hay que ir a buscar el billete a oficinas que están en el quinto pimiento, no entiendo aún cómo no se arruinan negocios tan ineptos. Para los que vuelen por el centro de China, les diré que suele ser una zona de frecuentes turbulencias gordas, que no se asusten.

Para trayectos dentro de una misma provincia, recomiendo los autobuses, que suelen ser bastante puntuales, pese a su manía de hacer 44 paradas para ir dejando a sus viajeros en donde cada uno de ellos quiera apearse. Las estaciones de autobús chinas son algo sucias pero están bien organizadas, con distintas puertas de salida como si fueran aeropuertos.

QUÉ LLEVAR EN LA MALETA

Aparte de lo que uno llevaría a cualquier país del mundo, recomiendo siempre una cosa: tapones para los oídos, de esos de espuma o silicona que te dejan completamente sordo al ponértelos. Los chinos a veces son inmunes al ruido, por lo que te puede tocar un hotel situado en una calle demasiado animada, o un vagón de tren cama donde roncan absolutamente todos los viajeros, o un motel donde tus compañeros de pasillo se despiertan a las 5 de la mañana y no tienen ningún reparo en que el resto del establecimiento lo sepa.

Hace años, era casi obligatorio llevar una buena guía de viajes como la Lonely Planet o la Rough Guide, pero yo he de confesar que llevo mucho tiempo usando la web Wikitravel, elaborada de forma similar a la Wikipedia, con aportaciones de internautas. La puedes consultar con el móvil en cualquier momento (ya no hay que ir con un tomo de la Lonely constantemente en la mano), y te ofrece información concisa y bastante buena sobre los sitios que vas visitando. Algunos sitios un poco remotos aún no tienen entrada en esa web, pero bueno, son minoría, y puedes ser tú el primero en comenzar a escribirlos, qué diablos.

Los enchufes en China son planos, como los de EEUU, así que es recomendable traer un adaptador de enchufe redondo a plano, aunque también se pueden comprar aquí por cuatro perras. En todo caso, muchos enchufes en hoteles y lugares turísticos están hechos de tal forma que en ellos se pueden enchufar también los «españoles».

En esta década del smartphone en la que vivimos, yo ya no sabría viajar sin un aparato que me sirve de guía de viajes, mapa GPS, búsqueda de vuelos y trenes… Intenta asegurarte de que al llegar a China puedas seguir usando tu querido teléfono tactil -si tienes de eso- liberando el móvil, trucándolo o cómo sea… Yo no entiendo mucho de eso porque en China, gracias al cielo, los móviles están liberados de fábrica, así que el mío ya ha tenido tarjetas españolas, estadounidenses, hongkonesas, indonesias, y siempre ha ejercido de fiel escudero. Ah, importante, en China son muy populares las baterías para cargar móviles, compra una y así te pasará menos frecuentemente lo de quedarte a 0%.

En China hay censura en internet, seguro que has oído hablar de ello, y es recomendable que antes de venir te instales en el smartphone o portátil que te traigas un servicio VPN para poder entrar en cualquier web que esté aquí bloqueada: Google, YouTube, Facebook, Twitter… Yo uso el VPN Astrill, que es de pago, pero hay algunos gratuitos. Compara precios y servicios googleando un poco sobre esto.

IDIOMA CHINO

Es quizá el mayor obstáculo para viajar por China, pero con un poquito de inglés se puede uno defender bastante bien, siempre habrá alguno en el hotel o en la calle que lo chapurree un poco (y posiblemente, que lo hable mejor que tú). Al cabo de unos días se aprende al menos a saludar y a dar las gracias en chino («ni hao», «xie xie») y con eso al menos se queda bien ante los desconocidos, aunque no os preocupéis demasiado, los chinos no son muy ceremoniosos con esto de los saludos y las palabras de cortesía.

Una vez más, el móvil puede ser un gran aliado, gracias a aplicaciones para smartphone como el traductor de Google.

PACIENCIA CUANDO LLEGUES A CHINA

Que no se te olvide cargarla en la mochila… Habrá cosas que desde tu perspectiva occidental no te gusten en China, cosas que en general se reducen a estas cuatro:

  • Muchos chinos escupen con ruido
  • Muchos chinos tiran basura en sitios turísticos o hasta en reservas naturales
  • Muchos chinos en lugares pequeños o remotos, al ver un extranjero, lo señalan entre risas, le gritan «¡Hello!» y se quedan anonadados ante la excepcional visión
  • Pocos chinos hacen cola

No vale la pena hacerse mala sangre de estos y otros asuntos, deben tomarse con filosofía y en la medida de lo posible con humor. China es un país muy grande, hace 30 años era casi todo él muy pobre (aún ahora hay zonas pobres, aunque también ciudades bastante desarrolladas) y los chinos tienen otra forma de pensar distinta a la nuestra. Es fácil que en algún momento del viaje uno se enfade un poco o se lamente, pero no conviene obsesionarse. Intentar convencer a los chinos de nuestras opiniones al respecto no va a ser fácil, pero si quieres intentarlo, no lo hagas a gritos ni con enfado, porque no llegarás a nada de esa forma.

LUGARES SENSIBLES (TÍBET, XINJIANG)

Viajar al Tíbet siempre fue complicado (yo estuve en 2006) pero a raíz de las revueltas de 2008 aún se ha complicado más. Hay épocas en que está cerrado a los extranjeros a cal y canto (aunque no esperes que China informe abiertamente de ello). En otras ocasiones sí se puede entrar, pero sólo en viajes en grupo, o contratando por adelantado los servicios de un guía que además de guiarte te controlará un poquillo (sin llegar a niveles norcoreanos, pero sí un poquillo). Consulta en agencias de viajes, si puede ser ya dentro de China. En todo caso, hay zonas habitadas por etnias tibetanas fuera de la región del Tíbet donde el acceso es mucho más fácil: oeste de Sichuan, sur de Gansu, noroeste de Yunnan, Qinghai…

Xinjiang, en el noroeste del país, es una región donde hay un creciente conflicto entre las fuerzas de seguridad y grupos insurgentes, aunque entrar allí, curiosamente, no está tan limitado como el Tíbet, quizá porque no es un lugar tan popular entre los extranjeros aunque también debe ser un sitio muy hermoso (es de los pocos de China donde no he estado). Xinjiang es muy grande (como cuatro veces España) y es difícil que tengas la mala suerte de verte enmedio de una escaramuza de las que allí hay de vez en cuando, pero de todas formas, es recomendable tomar precaución en grandes ciudades de la zona como Urumqi o Kashgar. Preguntad a los dueños de hoteles cómo ir seguro, estar atentos a lo que se ve en la calle, ir calmados, etc. Intentad informaros de la situación en el lugar, si ha habido problemas recientes, etc.

JET LAG

Para combatir el jet lag que da esta diferencia horaria, hay que enterarse de a qué hora se va a llegar a China y actuar en consecuencia.

Si se llega a China por la mañana hay que intentar dormir mucho en el avión y aguantar como un campeón el primer día de estancia en este país. Aunque se esté muerto por el viaje, no se debe dormir ni una minúscula siesta por la tarde, si no por la noche estamos perdidos, nos levantaremos a las 3 de la madrugada desvelados. Hay que soportar como sea hasta la noche, y dormir entonces como un bendito 10 horas seguidas. Al día siguiente nos levantaremos a una hora matinal normal y se acabó el jet lag.

Si se llega de noche, es diferente: hay que intentar aguantar sin dormir el viaje en avión, y así se llega a China agotado y derrotado, se acuesta uno a una hora normal y se despierta también a una hora normal.

VACUNAS PARA IR A CHINA

China es el lugar donde nacieron la peste negra, el SARS, la gripe aviar y algún otro bacilo que me dejo, pero no por eso hay que ser aprensivo. Los estándares de higiene aún no son los de Occidente, pero poco a poco se acercan, en las ciudades sobre todo. No hace falta vacunarse de nada para venir a China, ni siquiera si se va a zonas remotas. Lo que sí es recomendable es llevarse algún estomacal, porque es frecuente que el cuerpo de un occidental, en el primer contacto con la comida china -la de verdad, no la del restaurante «El Dragón de Oro» de Moratalaz- sufra de colitis varias.

DÓNDE LLEGAR PRIMERO

Lo más lógico es empezar el viaje desde Pekín, Shanghai o Hong Kong.

Aunque ojo que en verano llueve mucho por allí abajo. Además, Hong Kong es la más cara de las tres, sobre todo el tema hoteles.

Por otro lado, si uno empieza el viaje de Hong Kong, ha de tener en cuenta que entre ese territorio y China hay frontera, así que si tiene por ejemplo visado de una entrada, no podrá ir y venir de Hong Kong a otros lugares, sólo podrá ser su punto inicial y final de viaje.

Ello no quiere decir que Pekín y Shanghai sean menos interesantes. Las dos son curiosas ciudades y tienen muchas cosas en los alrededores para ver. Además, son las que mejores comunicaciones por tren tienen con el resto de las ciudades chinas.

SI VIAJAS CON PERROS

Los animales domésticos que entran a este santo país son sometidos a una cuarentena al llegar, y se han de quedar en el aeropuerto con la poli durante semanas.

En esto las autoridades chinas son inflexibles, tengo la experiencia de unos amigos que tuvieron que pasar por este mal trago, yendo al aeropuerto de cuando en cuando para llevar comida y visitar a su can.

Además, el perro de estos amigos es grande, y han tenido muchos problemas en los lugares donde han vivido porque a los chinos les dan un poco de miedo los perros grandes.

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